miércoles, 2 de septiembre de 2020

Tere Unsain: La artista local que pinta emociones a través de formas, texturas y color

Que le diagnosticaran tuberculosis a la edad de seis años fue un golpe duro que la postró en cama durante un año. Pero lejos de apagarla, este oscuro periodo de su infancia la invitó a adentrarse en el arte de la pintura… Y desde entonces no ha parado. Residente en Monte Picayo, ahora Tere Unsain viaja por todo el mundo exponiendo sus obras. La mayoría de ellas, enormes, coloridas y, sobre todo, repletas de significado.

Tan solo tenía seis años cuando le diagnosticaron tuberculosis. Una noticia que llegó con fuerza, no tanto por la gravedad de la enfermedad sino por la desgracia de quedar postrada en cama durante un largo año, aislada de sus padres y de sus seis hermanos. «Los oía de lejos, pero no podía verles»recuerda Tere Unsain, que por aquel entonces aún no se manejaba demasiado bien en la práctica de la lectura.

Pero sí en la de pintura. «Comencé a pintar de manera natural: no tenía ningún tipo de dificultad para dibujar, fuera de lo que fuera…». Y tras un año impregnando de colores folio tras folio, devorando cuaderno tras cuaderno, le dieron el alta y la inscribieron en un colegio de monjas. A partir de entonces solo quiso potenciar su habilidad artística.

Música, gimnasia… Y sobre todo pintura. Eran las únicas asignaturas que le interesaban y en las que se esforzaba, apagando por completo su interés en todo lo demás. Pasaron los años y lo tuvo claro: quiso ingresar en la universidad para estudiar Bellas Artes. Una carrera que, si bien actualmente no tiene unas salidas laborales demasiado reconocidas, por aquel entonces todavía menos.

«Los orientadores del colegio lo veían algo demasiado bohemio, sin una salida profesional clara, así que mis padres me animaron a apostar por algo más seguro»Y a regañadientes comenzó sus andaduras en filosofía y letras. Una decisión tranquilizadora para sus padres pero poco satisfactoria para Tere, que dos años después decidió retomar las riendas de su carrera y de su vida.

Un cambio de rumbo

«Me apunté a la escuela de artes y oficios para ser muralista». Formación de seis años que, con ciertas prisas por casarse e iniciar su vida, quiso terminar en tan solo tres. Y lo hizo, de hecho, con muy buenos resultados académicos. Pero aquella valiente decisión, lejos de introducirla en una vida complicada, le abrió las puertas a la felicidad y la libertad que actualmente le brinda la pintura.

«Es importante perseguir tus sueños, porque cuando metes todo tu coraje, alma y pasión, normalmente da su fruto»No siempre económico, reconoce la pintora, «pero podrás vivir de ello y, sobre todo, serás feliz haciendo algo que te llena»La sensación de poner todo el empeño sobre un cuadro; la satisfacción cuando algo está muy  bien hecho; el empeño de continuar mejorando con cada obra… Son sensaciones que, según Unsain, merecen la pena.

«Y decir: en el siguiente lo haré mejor, y también en el siguiente… Eso hace que vayas creciendo». Esta búsqueda insaciable de la perfección le ha llevado a convertirse en una reconocida pintora, no solo en Valencia, sino también en otras ciudades españolas, europeas… Y del mundo.

A sus 67 años ha viajado por todos los continentes mostrando sus obras en galerías, ferias y exposiciones. «Me di cuenta de que desde mi estudio era difícil cubrir los gastos mes a mes; tenía que ir a buscar los encargos fuera, porque en España surgen muy pocos»explica la artista. Shanghái, París, Barcelona, Miami, Madrid, Nueva York… Y Méjico, país que le gusta especialmente «porque allí aprecian mucho los colores y el significado de la obra».

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Plasmar emociones con pintura

Y es que no concibe un cuadro sin mensaje subyacente. Especialmente, si está relacionado con las personas: emociones, recuerdos, vivencias… Y secretos. Las obras de Unsain están repletas de sutiles mensajes que, muchas veces, solo pueden percibir los sujetos que las protagonizan. «El cuadro no lo creo yo, es un trabajo en equipo».

De hecho, cuando recibe un encargo para realizar, por ejemplo, un retrato, «ese personaje tiene un alma, una historia, ideas… Y todo eso debe plasmarse dentro de la obra, de manera que los dos vamos creando el cuadro en conjunto»Es, según la autora, como convertirse en periodista, porque debe obtener toda la información posible para después transmitirla. No con letras sino con formas, colores, texturas…

«Toda esa información intento volcarla de forma tenue, subliminal y, de hecho, muchas veces la gente no la percibe»Como en el caso de Agnus Dei, un cuadro de Francisco Zurbarán que, protagonizado por una oveja, Unsain empleó para transmitir la realidad de los procesos electorales en España. «Estábamos en plena campaña y pensé: Parece que los políticos nos consideren idiotas… Así nos llevan, directos al matadero».

Y fiel a sus preferencias de realismo, la pintora local se puso en contacto con un veterinario para poder observar de cerca la raza merina; la misma que aparece en la obra de Zurbarán. Como aportación propia a la obra, en el pelaje del animal trazó cientos de rostros: miradas de quienes se sienten engañados y llevados «directos al matadero».

Una técnica que también ha desarrollado en otros de sus cuadros. «Dentro de los cuerpos que pinto muchas veces hay frases, caras y elementos que para mí están colaborando con la imagen final»Con un mensaje directo, muchas veces crítico, que apuesta por el ser humano como eje central.

También los toros han ocupado un papel importante en su obra. No precisamente porque se considere una aficionada a la tauromaquia: «No entiendo nada de corridas de toros pero siempre me ha parecido algo muy artístico»reconoce Unsain.

Lo que le entusiasma es el toro en sí: «Es fuerte, noble… Para mí, un animal muy atractivo. Además, los cuernos laterales hacen que toda su cabeza tenga una armonía y una fuerza particular… Me gusta y por eso lo pinto»asegura.

Personas: Un motivo central

Pero sobre todo «las personas son importantísimas»apunta Tere Unsain, que fue educada en el estilo de la abstracción pero que, por su propio pie —o más bien, por su propia mano—, quiso adentrarse en el realismo para introducir al ser humano.

«Yo quería pintar, no para el coleccionista, sino para las personas que acuden a una exposición y que, sepan más o menos de arte, tienen curiosidad y les gusta»En definitiva, no pinta para potenciales clientes sino para las personas: «Mi idea es que el arte llegue a todos: al niño, al que entiende, al que no entiende… Y que logre emocionar a todos».

El arte abstracto es muy difícil para lograr esto. Un estilo que no quiso desechar, por el interés de sus texturas y colores, pero que quiso llevar un paso allá y fusionarla con el realismo, que le permite conectar con el ser humano. «Fusionismo, lo llamo: es lo que he hecho todos estos años, como un puente entre el realismo y la abstracción en que el fondo muchas veces colabora con la figura del primer plano».

Una técnica que le permite incorporar secretos y mensajes a través de frases, collages fotográficos, formas, texturas… Y el color. Mucho color. Sobre todo, introduciendo fuertes contrastes entre cálidos y fríos, algo que extrajo de culturas como la minoica o la pompeyana; antiguas civilizaciones cuyas obras han perdurado impolutas con el paso de los siglos y milenios.

Su investigación no terminó ahí, y es que la artista local ha sabido beber de otras corrientes, técnicas y artistas hasta elaborar su propio estilo. Al fin y al cabo, sus estudios en filosofía, letras e historia antigua sí le han dado sus frutos, tardíos pero deliciosos.

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Un cielo de intensos rojos y azules

Ahora, la pintora elabora sus propios pigmentos como si de una receta culinaria se tratara para pintar sobre cualquier superficie: madera, chapa de fibra y contra fibra… Y sobre todo el aluminio, un material que permite una adherencia excelente y que consigue la máxima refracción de luz. «Cada cuadro pide un soporte diferente».

Lo hace desde un amplio estudio acristalado en su casa de Monte Picayo, donde reside desde el año 1980 y donde ha encontrado un espacio tranquilo, silencioso, rodeado aire limpio y con maravillosas al mar. «La luz es perfecta para trabajar en cualquier momento».

Desde allí, a veces el cielo se tiñe de rojos y azules intensos, los mismos que impregnan muchos de sus cuadros para, como lograron antiguas civilizaciones, prometerles una larga vida.

Obras que quiere hacer llegar a la máxima audiencia posible a través de Instagram y de su web, unsain.com, «porque al final es lo que nos apoya para continuar con esto»asegura: «es muy importante dar un impulso al artista… Ahora más que nunca lo vamos a necesitar».

Lo afirma la mujer que desde bien pequeña supo dejarse llevar por el color y la luz hasta encontrarse con su propio estilo; una artista que trabaja por y para las personas y que, tras décadas de dedicación, ha desarrollado el arte de pintar emociones a través de formas, texturas… Y mucho color.

Informa: Irene Mollá | Fotos: Sabín

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13 Agosto 2020

domingo, 17 de mayo de 2020

martes, 17 de marzo de 2020

Cuadro "Lavaran ? "
Pintado a la encáustica sobre aluminio y pan de oro



Cuadro "Injusto"
Pintado a la encáustica sobre tabla.


Proyecto "Golpeando"

jueves, 26 de septiembre de 2019

LA FORZA DEL DESTINO

Marta Teixidó  Crítico de arte

A pesar de la banalidad y superficialidad de la sociedad del siglo XXI, el arte todavía sigue siendo muy serio. Implica imaginación, destreza, estudio, esfuerzo y perseverancia. Pero precisamente por esa frivolidad existente, que en realidad oculta problemas cada vez más complejos tanto a nivel individual como social, un artista ha de ser testigo de su tiempo. Y Tere Unsain es una cronista impecable e implacable de ese testimonio.Con la debida autorización del gran maestro operístico Giuseppe Verdi, es imposible contemplar la obra de Tere Unsain sin pensar en la palabra Fuerza, como símbolo inequívocamente explícito, de una obra donde no sólo en el componente artístico se aprecia un poderoso dominio técnico, sino una vehemencia en el mensaje que no puede dejar indiferente a nadie.

Su pintura posee la enorme habilidad de expresar sentimientos y situaciones en los que conviven a la perfección una gran dureza dramática, con la más exquisita sensibilidad; un canto a la Naturaleza, desde la perspectiva urbana, con esa ternura infinita que muestra hacia la infancia, esa etapa de la inocencia humana a la que a veces se desea volver.En los trabajos de Unsain se aprecia con rotundidad una base de denuncia de las desigualdades existentes, desde una perspectiva estética que no hace concesiones a la sencillez, sino que utiliza una pincelada plagada de pasión e intensidad, pulcra y meticulosa cuando conviene. Un juego lumínico radiante, y una gama cromática elaborada y heterogénea.


Nacida en Barcelona en 1952, y residente en la actualidad en Valencia, Estudió en el Liceo Francés y el Colegio Sagrados Corazones de la ciudad condal.En 1975 se licenció en Historia del Arte por la Universidad de Filosofía y Letras de Barcelona, y ese mismo año obtuvo el Título de Muralista y Maestro de Taller por la Escuela de Artes y Oficios de esa misma ciudad. A partir de 1977 monta su propio estudio y se dedica exclusivamente a la pintura.
En 1980 se traslada a vivir a Valencia. De 1997 a 1999, el cáncer de su marido, le abrirá otras trayectorias artísticas, que a su muerte intensificará ampliándolas más y desarrollando de lleno el Fusionismo, esa teoría artística definida en Italia por Ivo David en 1956, en la que la identidad pictórica se nutre y caracteriza en torno a su intuición artística inicial, en una búsqueda cuidadosa y elaborada de mezclas cromáticas e imágenes metafóricas que permiten perseguir ideales exigentes de libertad y verdad.
La obra de Unsain, tanto en pintura como en dibujo, presenta a la condición humana y social como centro de su estudio artístico. Sin embargo, no huye de la abstracción para envolver la figura, a través de la pincelada, a la que acompaña con procedimientos técnicos utilizados en la obra gráfica.A lo mencionado hay que añadir lo que la propia pintora le gusta expresar sobre su obra y los “secretos” de la misma: En algunos de los cuadros es muy importante, pues creo un juego, un diálogo o tal vez puro truco para que el espectador se acerque al cuadro.En su obra de paisaje urbano, puede contemplarse vastos y dilatados celajes, sin edificaciones definidas, por perfectamente reconocibles, a través de esos intensos carmesíes y cerúleos, siempre fuertes y penetrantes, dentro de líricos atardeceres.
Unsain también es escultora. Esa misma “Fuerza del destino” imparable en su obra sobre papel o lienzo, se aprecia en una escultura de tendencia expresionista, y obviedad realista.
Una obra impulsiva, pero perfectamente calculada, en la que lo onírico y lo surrealista también se encuentran presentes, dentro de una composición de dimensiones aparentemente contrastantes, en la que se percibe sus puntos de encuentro y convivencia.





Tere Unsain ha sido preseleccionada en el
certamen internacional de pintura y escultura FIGURATIVAS 2019.
Con el cuadro "Golpeando, SOS al planeta"
El proyecto “Golpeando, SOS al planeta”, es una llamada a través de una image, que con ideas superpuestas y objetos reales, crea, analiza y critica los problemas de nuestro mundo actual.
Cuadro final pintado a la encáustica en frio sobre madera, adosado materiales energéticos reales y luz.
Medida 150cm x 100cm